Intervenir la salud con humor

José Luis Pelluchi creó una organización que puso a más de 4000 payamédicos en hospitales de todo el país.

El proyecto
“Amor y humor por un mundo mejor”. Así define José Luis Pellucchi a Payamédicos, el proyecto que creó y que encabeza. La definición más técnica de la iniciativa sería complementar lo que le falta a la medicina tradicional.
La premisa, sin embargo, es científica. Diferentes estudios prueban que el trato humanitario contribuye notablemente en la mejoría de la evolución y el pronóstico de las enfermedades, así como reduce las querellas y demandas por mala praxis.
Desde ahí es que es que la Asociación Civil Payamédicos propone incorporar humor a los hospitales a través lo que ellos llaman cuatro tiempos. El primero es el Payapase, en el que se consignan datos básicos, clínicos y vinculares del paciente. A partir de esa información, y con la participación del personal de salud, se establece una estrategia.
Y empieza la acción: “Nos ponemos el vestuario de payaso y comienza lo que sería la PayaIntervención, junto a la cama del paciente. Posteriormente hay un PayaBalance grupal, y luego se realiza la Payagrafía que es una instancia de catarsis, análisis y evaluación de la jornada”, resume Pelluchi.
Hoy son más de 4000 los payamédicos en todo el país, todos voluntarios. “Solo juegan, esa es la terapia. No es el momento de ponerse a profundizar”, explica Pelluchi, aunque aclara que eventualmente pueden ayudarlos si necesitan que la persona se alimente, se cambie de cuarto o posición.

Cómo nace
El proyecto está muy vinculado con la propia historia de Pelluchi, que de chico ya combinaba el arte con los libros de biología y la ayuda “a las abuelitas del barrio”, como él mismo recuerda. Desde ahí estudió empezó a estudiar medicina, pero también bellas artes, actuación y dirección teatral.
Mientras se recibía de médico con tres especialidades, participaba del circuito under de actuación en festivales internacionales. Lo solidario, además, tenía su lugar con su participación en organizaciones o campañas.
“Siempre pensé en transitar algo que contenga esa multiplicidad de vocaciones que me brotaban por los poros. Con el tiempo, fui produciendo esta actividad que contiene todo eso y que, además, mágicamente se hizo colectiva, en cuanto a la profundización conceptual, y masiva con respecto a su aplicación en el campo de acción”, desarrolla.
Pelluchi explica que en la formación tradicional de medicina hoy no hay espacio para el amor y el humor, dos elementos que hacen “más humana” a la profesión. Desde ahí Payamédicos, que está en todas las provincias argentinas –con excepción de Tierra del Fuego– y en Chile, hace su aporte.

Quién es
Con 52 años, Pelluchi hoy es más que el fundador y presidente de la organización. “Dedico cuatro horas por día a investigar, dentro de mi especialidad médica que es la psiquiatría, conceptos que avalan la técnica de Payamédicos o aportan a su desarrollo”, explica.
En ese sentido, y con el asesoramiento de psiquiatras que también conocen el arte escénico, desarrollan normas artísticas, éticas, psicológicas y de bioseguridad para los payamédicos. “Las modificamos continuamente a partir de las actualizaciones en lo científico”, aclara.

Su huella
Hoy Payamédicos entregó más de 4000 diplomas de formación a partir de una red de capacitación de unas 40 personas en todo el país. “Se calcula que hay 5.000.000 de personas por año que se benefician en forma directa y profunda con el accionar del payamédico, al establecer un lazo con él o ella”, asegura Pelluchi.
El impacto es profundo. A partir de la presencia de los payamédicos, “existe una comprobada mejoría clínica, reducción de días de internación, disminución de dosis de sedantes y analgésicos, mayor adhesión a los tratamientos, aceptación de maniobras invasivas, dolorosas o atemorizantes, reducción de recaídas”, explica Pelluchi.
También está probada la disminución de los conflictos en la convivencia de la sala cuando hay varios pacientes, se optimiza la relación médico paciente y hay ventajas para familiares y acompañantes.
Por eso, Pelluchi quiere que haya payamédicos en todos los hospitales. La idea está en camino: hay leyes y proyectos que determinan la incorporación de estos especialistas en alegría a todos los centros de salud.
“Con los payamédicos hay una aporte de humor y armonía hacia todo el hospital y se mejora el status de vida durante la internación”, concluye.