Sergio Jurado – Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles | Contención a través de la música | Jujuy

El proyecto
Sergio es el fundador y director del Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de la provincia de Jujuy (SOJ). La misión del SOJ es dar una educación artístico-musical de excelencia, y ser un espacio de contención e inclusión social de niños, adolescentes y jóvenes. Sergio brinda clases de instrumentos orquestales y andinos, de lenguaje musical, realiza ensayos y actuaciones, y coordina todas las actividades destinadas a los niños y jóvenes procedentes de zonas carenciadas de Jujuy.
Qué está logrando
El proyecto ha transformado la realidad musical y cultural de la provincia de Jujuy. Los participantes del SOJ tienen la posibilidad de aprender música, ejecutar un instrumento, tocar en una orquesta y realizar actuaciones en distintas provincias del país y en otros países. Esto amplía su perspectiva de vida y los capacita para vivir de la música.
El dato
Actualmente el SOJ cuenta con 800 integrantes niños, adolescentes y jóvenes de entre 3 y 21 años. Además, 40 personas (instructores, talleristas, directores y administrativos) trabajan en el SOJ y se benefician con esta salida laboral.
Su mirada
“Además de la formación musical, hay grandes beneficios para los que participan. En la práctica orquestal se adquieren valores como la voluntad, perseverancia, confianza en sí mismos, tolerancia, respeto. Esto se refleja en distintos aspectos de sus vidas: en el aprendizaje escolar, en las expectativas y aspiraciones para el futuro, y en su responsabilidad como ciudadanos.”

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Un norte de música e inclusión

El Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de la provincia de Jujuy, creado por Sergio Jurado, capacita y potencia a 800 chicos.

El proyecto
Voluntad, perseverancia, autoconfianza, tolerancia y respeto. Esos son los valores que cuentan en el Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Jujuy (SOJ), donde más de 800 niños, adolescentes y jóvenes de la provincia pueden aprender música, tocar un instrumento, ser parte de una orquesta y conocer el país y el mundo a través de las actuaciones.
“Esto cambia la perspectiva de vida de sus integrantes”, asegura Sergio Jurado, creador y director del proyecto. En el SOJ, los chicos de entre 3 y 21 años reciben clases de instrumentos orquestales, andinos, lenguaje musical y participan de ensayos y recitales. Y todo sucede en un entorno de acompañamiento gracias a más de 20 instructores y 10 directores de orquestas.
Las sedes de la organización son cuatro: San Salvador de Jujuy, Purmamarca, Maimara y Palpala, pero los niños, muchos de ellos provenientes de zonas carenciadas y de alta vulnerabilidad social, llegan también de otras localidades vecinas.
“Estamos abiertos a todos, sin hacer diferencias sociales. La convivencia es excelente, una cuestión que consideramos fundamental. Los chicos se juntan a estudiar sin cuestionarse si uno tiene más que otro”, desarrolla Sergio.

Cómo nace
El proyecto comenzó en 2000, a partir del diálogo de creador del SOJ con otros colegas. “En Jujuy no existía la posibilidad de integrar una orquesta. Recorrí muchos kilómetros para poder cumplir ese sueño”, recuerda Sergio.
En Buenos Aires, conoció el Sistema de Orquestas de Venezuela que creó el maestro José Antonio Abreu, que trabaja con un doble objetivo: por un lado, la mejora de la situación social a través de la fuerza de la música; y, por el otro, el cambio individual, que llega con el aprendizaje e impacta también en el entorno.
Al principio, era una actividad que Sergio realizaba a pulmón, pero el número de integrantes y la demanda crecieron y hoy cuenta con el apoyo del gobierno provincial. “El proyecto ha transformado la realidad musical y cultural de Jujuy”, asegura.

Quién es
Sergio, de 40 años, hoy trabaja todos los días en el proyecto, además de participar en ensayos, actuaciones y reuniones los fines de semana. “Mi objetivo es la creación de núcleos orquestales en todas las regiones de Jujuy, para brindar oportunidades de acceso a la música a los niños y jóvenes de los lugares más inaccesibles”, resume.
Los reconocimientos al trabajo del SOJ llevaron a los jóvenes músicos a distintos puntos del país y del mundo. “Nuestro trabajo se da en zonas de riesgo y vulnerabilidad social. Allí los chicos reciben una educación de calidad que les permite formarse como músicos profesionales, con la posibilidad de encontrar así una futura salida laboral”, dice Sergio.

Su huella
El impacto personal que llega para quienes se suman al SOJ es grande. “Los valores que se adquieren se reflejan en distintos aspectos de sus vidas, como el aprendizaje escolar, sus valores como ciudadanos, y las expectativas y aspiraciones de vida”, destaca.
Hoy el SOJ tiene 12 orquestas en San Salvador de Jujuy, cinco en Maimara, tres en Purmamarca y dos en Papala. La estructura que aloja a esos 800 chicos incluye un equipo de más de 35 personas. “Tenemos una cultura de música regional. Y uno de nuestras metas es que los niños accedan a un instrumento apenas entran a la orquesta”, puntualiza.
“Nuestro objetivo es social, de inclusión. La música es una consecuencia. El sueño es que estén todos juntos sin que importe de dónde provienen”, cierra.

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