Stella Maris Galván – Grupo Zoolidarios | Voluntariado de zooterapia | Esperanza, Santa Fe

El proyecto
Stella Maris coordina un grupo de voluntarios universitarios que, desde 2002, desarrolla actividades y terapias asistidas por animales, destinadas a algo más de 500 personas con necesidades afectivas y educativas especiales. Los destinatarios son personas con diversas discapacidades o en situación de vulnerabilidad social por abandono o pobreza. Los Zoolidarios ejecutan sus actividades en distintas instituciones para potenciar y mejorar la calidad de vida de quienes las reciben, que van desde los meses de vida hasta los 90 años .
Qué está logrando
“Los marginados sociales no existen, pero no porque no estén, sino porque el Estado y gran parte de la sociedad los ignora como sujetos de derecho”, sentencia Stella Maris. Quienes participan del contacto guiado con los animales descubren nuevas capacidades propias que se creían anuladas: desarrollan habilidades sensoriales, motrices e intelectuales, adquieren conocimientos y despliegan competencias emocionales .
El dato
Las actividades con animales pueden adaptarse para las necesidades específicas de cada público. Así, Stella y sus Zoolidarios trabajan en: Institutos de estimulación temprana, Centros de día, Talleres de producción, Hogares para discapacitados, Centros de salud, Institutos de educación especial, Institutos de menores, Centros del servicio penitenciario, Residencias de Ancianos.
Su mirada
“Si bien he logrado todos los reconocimientos académicos a los que puede aspirar un profesional, la mayor satisfacción la obtengo cuando interactúo con estas personas, a las que destino mis mayores esfuerzos” .

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zoolidarios@hotmail.com | 03496-420639

Abrazar la diferencia

En Esperanza, Santa Fe, Stella Maris Galván desarrolló una iniciativa de actividades asistindas por animales para más de 500 discapacitados.

El Proyecto
Para muchas personas, cuidar de padres mayores discapacitados puede ser una carga. Pero a Stella Maris Galván le reveló su vocación, ya que cuando sus padres fallecieron (luego de estar a su cargo por discapacidad) decidió volcar su experiencia con personas en Zoolidarios. Desde 2002 estimula, con ayuda de voluntarios universitarios, el desarrollo de estas personas a través del contacto con animales.

 

«Gracias al contacto con los animales, muchos chicos desarrollaron habilidades que parecían dormidas, o ausentes: como hablar o caminar».

 

Los discapacitados suelen tener dificultades para conectarse e integrarse con el mundo, a veces por cuestiones de discriminación, a veces por no contar con la terapia adecuada. Por eso, a través del contacto con los animales, Zoolidarios se propuso romper las barreras de comunicación de estas personas.

 

“Estas personas suelen sentir mucho dolor físico, tristeza, soledad. En contacto con los animales se ven mucho más estimulados. Gracias estas actividades, muchos chicos desarrollaron habilidades que parecían dormidas, o ausentes: como hablar o caminar”, dice Stella Maris.

 

El trabajo de la agrupación beneficia a más de 500 personas, de los 0 a los 90 años, con discapacidad mental moderada, severa, profunda y múltiple. También se trabaja con personas que viven en la marginalidad, y con adultos mayores que viven en instituciones.

 

Así, Zoolidarios genera una amplia variedad de actividades adaptadas a las necesidades de las personas con las que trabaja, como actividades educativas para chicos de 0 a 3 años con mascotas; charlas sobre el cuidado de las mascotas para jóvenes con menor grado de discapacidad; labores con diferentes animales de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Litoral (UNL);  actividades recreativas para personas con discapacidades profundas y severas y actividades ecuestres recreativas destinadas a personas discapacitadas.

 

La ONG trabaja con institutos de estimulación temprana, centros de día, talleres de producción, hogares para discapacitados, el Hospital Psiquiátrico Mira y López de Santa Fe, institutos de educación especial, institutos de menores, centros del servicio penitenciario, residencias de ancianos y comunidades originarias de las ciudades de Santa Fe, Santo Tomé, Recreo y Esperanza. Zoolidarios fue presentado y aprobado en el Programa Nacional de Voluntariado Universitario del Ministerio de Educación.
Cómo nace
Trabajó con los niños escapados del chaco santafecino, luego fue hogar de tránsito y finalmente cuidó de sus padres discapacitados. Cuando sus padres fallecieron, combinó su experiencia en el cuidado de personas con capacidades diferentes junto con su pasión por los animales (es veterinaria). Así crea Zoolidarios, una iniciativa que buscar estimular el desarrollo y la socialización de personas con capacidades diferentes y marginados a través del contacto con los animales.

 

“Cuando mis padres me faltaron, sentí que había logrado la suficiente experiencia como para seguir ayudando a personas con discapacidad, y así nació Zoolidarios, como una propuesta tendiente a mejorar la calidad de vida de estas personas”, dice Stella Maris.

 

Quién es
Stella Maris Galván tiene 57 años es docente en la facultad de veterinaria de Esperanza, y es la fundadora del grupo Zoolidarios, adonde hoy coordina las actividades del grupo. Stella Maris no cobra por las actividades que realiza. “Mis padres siempre nos inculcaron la solidaridad como práctica”, dice Stella Maris.

 

Con la solidaridad inculcada desde su infancia, Stella Maris y su familia fueron hogar de tránsito, actividad que sostuvo hasta que, según sus propias palabras, no puedo aguantar el desgarro que le generaba entregar los niños a los adoptantes definitivos. Tanto su marido como sus hijos, dedican muchas horas de su vida para distintas tareas en beneficio de los más excluidos.
Su huella
Zoolidarios desarrolla actividades para algo más de 500 personas, entre las que hay personas con capacidades diferentes, personas en situación de marginalidad y adultos mayores que viven en instituciones.

 

Cuando mis padres me faltaron, sentí que había logrado la suficiente experiencia como para seguir ayudando a personas con discapacidad, y así nació Zoolidarios, como una propuesta tendiente a mejorar la calidad de vida de estas personas.

 

En estos años, han alcanzado respuestas de todo tipo en las personas, como la adquisición de nuevos conocimientos, el aumento de la capacidad de observación, el incremento del nivel de atención y permanencia en las tareas de personas con déficits de atención; el aumento de la expresión de emociones, reforzando las relaciones con el mundo; el crecimiento de las habilidades motoras. Además, hay casos puntuales de participantes que mejoran su capacidad de comunicarse e interactuar con el resto.

 

Hasta el momento, Zoolidarios trabajó con 3732 personas de 102 instituciones, contando con la colaboración de 550 voluntarios universitarios, 354 profesionales y 121 docentes.

 

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