Diez maravillosos cereales

Abunda en nuestra mesa, en las panaderías, en las góndolas de los supermercados… la espiga de trigo es la modelo estrella de la mayoría de los productos que contienen cereales: pastas, galletitas, panes, tartas, pizzas, budines, y tantos más. Incluso, al decir “harina” nos referimos a la harina de trigo, cuando, en realidad, este alimento se produce con al menos diez otros tipos de cereal. Cada variedad de harina de cereal es un recurso para sumar variedad y salud a nuestra comida de cada día, además de sacarnos de la monotonía de nuestra estrella trigueña. Aquí les presento a nuestro arsenal cerealero: avena, cebada, centeno, maíz, mijo, arroz, api, quinua y amaranto.

 

A continuación, les cuento de qué manera pueden incorporar cada uno a su dieta, y por qué.

 

 

Arroz: es nuestro segundo “grano madre”, después del trigo. Conviene consumirlo en su versión integral, dentro de estos el yamaní es uno de los más recomendados por su delicioso sabor y su aporte en fibras, vitaminas y minerales. Con arroz se pueden hacer tartas, pizza, milanesas (cocido, mezclado con huevo y condimentos) y también enriquecer todo tipo de preparaciones.

 

Maíz: Un buen recurso para chicos y no tanto: se puede consumir como pochoclo, más saludable si reemplazamos el azúcar de mesa común por la versión integral o por azúcar mascabo (es la más integral de todas, cuando se cocina parece caramelo).

 

Avena: es deliciosa en cookies con chispas de chocolate, con pedacitos de frutas, y también podemos mezclarla con ralladura de zanahoria bien finita y hacer mini budincitos. Es un extraordinario reemplazo del pan rallado o los rebozadores comerciales. Especialmente recomendada para deportistas, niños y embarazadas.

 

Centeno: son ideales los panes de este cereal para hacer sandwiches saludables, con vegetales de todos los colores. El centeno es un cereal panificable que aporta vitaminas, minerales, ácido fólico y nos ayuda a bajar el colesterol. También se puede mezclar con harina de trigo integral para hacer pizza o tartas.

 

Cebada: este tipo de cereal se recomienda a las mujeres en climaterio, ya que es rico en isoflavonas que alivian los síntomas de ese período de la vida femenina. También aporta calcio y es un regenerador natural de la piel. ¿Cómo lo incorporamos? En sopas, guisos, hervido con leche o en mezclas con otros cereales.

 

Mijo: tal vez lo conozcamos como alimento para aves, pero el mijo es un nutritivo cereal apto ideal la alimentación humana, su grano está repleto de nutrientes. Normalmente se lo incorpora en milanesas o hamburguesas.

 

Api, Quinua y Amaranto: nombres que nos suenan desconocidos pero son habituales en muchos países de América del sur. El Api es harina de maíz morado, su valor antioxidante lo hace un verdadero “regenerador  corporal”, además de desintoxicante. Con esta harina se pueden hacer desde infusiones hasta budines, panes y pizzas.

 

La quinua y el amaranto son oro en polvo desde el punto de vista alimenticio, son el reemplazo ideal de la carne en dietas vegetarianas, se los prepara y consume como si fuese un arroz, y también en hamburguesas, milanesas, tartas, ensaladas, guisos, mezclados con otras harinas formando parte de galletas, panes, pizzas y también como granos inflados. Incorpórenlo de dos a tres veces por semana y les aseguro que al cabo de quince días notarán un aumento en el rendimiento y la vitalidad.

 

 

• Tips para cocinar cereales: como regla general, todos se cocinan con la siguiente proporción:

 

“1 taza de cereal en tres tazas de líquido”.

 

De esta manera el líquido de hervor quedará contenido dentro de los granos y no habrá pérdida de nutrientes.

 

Otro consejo: pueden colocar una laminita de alga kombu (se consigue en dietéticas) dentro del líquido de hervor para que el grano incorpore proteínas y hierro. Luego pueden desecharla o consumirla mezclada con los granos.

 

Incorporando una harina nueva por semana podemos ir sumando variedad y nuevos sabores a nuestra mesa… ¡a animarse a probar, a experimentar y a disfrutar sus maravillosos beneficios, sumando a nuestra vida diversidad y calidad!

 

Vía: Revista Sophia

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