¿Tiene sentido comer semillas?

Las semillas están en ensaladas, batidos, cookies, budines. Todo el mundo las compra, pero ¿sabemos exactamente qué hacer con ellas? Aquí, tips para tener claro cuáles comprar y cómo utilizarlas.

CUALES COMPRAR, COMO USARLAS
No importa si no tenés idea de qué es la lecitina, para qué sirven los omegas o qué hacen los polifenoles. Para no marearte en la dietética, te aclaramos el panorama: estas son las semillas de moda, sus usos y sus beneficios.

1. Chia
Es la semilla del momento. Tiene más hierro que el hígado vacuno y más calcio que la leche, sirve para bajar el colesterol y casi no tiene sodio. Como la chia es una gran fuente de Omega 3 (un ácido graso muy importante y necesario), se convierte en una buena opción para los que no comen pescado. Puede almacenarse por años sin que se deteriore su sabor ni su el valor nutritivo, y si se la deja en remojo por unos 15 minutos, se transforma en una gelatina que puede incorporarse mucho más fácil a preparaciones líquidas. En muchos lugares la ofrecen también triturada, excelente para agregar un par de cucharadas a cualquier preparación (sopas, ensaladas) sin demasiado esfuerzo.

2. Lino
Fue la primera que empezaron a recomendar los nutricionistas porque baja el colesterol y acelera el conocido “tránsito lento”. Es ideal para reemplazar el huevo en recetas de pastelería, ya que en contacto con el agua desarrolla una sustancia que sirve de ligue. Para aprovechar todos sus beneficios no basta con ponerla entera en cualquier preparación: debemos remojarla por unos minutos en agua o molerla en el momento previo a utilizarla. Ya sea en panes, cookies, ensaladas, arroces y hasta hamburguesas caseras, va bien con todo, es la semilla con mejor relación precio-beneficio.

3. Sésamo
Es la reina del calcio y a diferencia de la mayoría de los lácteos, tiene los minerales necesarios para que el cuerpo lo absorba. Con el sésamo se elabora el gomasio, un condimento muy utilizado en la cocina vegetariana que lleva sal de mar, se muele en el mortero y sirve como aderezo en ensaladas y verduras y sopas; y el tahine, esa deliciosa pasta que encontramos en las cocinas del Medio Oriente. Si bien el más habitual es el sésamo blanco, también encontramos el integral (con más contenido de fibra) y el negro (con más hierro que los anteriores).

4. Girasol
Es el snack perfecto para reemplazar el pochoclo en una película, pero 100 gramos tienen casi 600 calorías así que por más adictivas que sean, no hay que abusar. Es ideal para los deportistas ya que ayuda a mejorar el rendimiento. Se consumen crudas o tostadas, pero apenas, ya que al calentarlas demasiado, además de deteriorar la naturaleza de sus aceites, quedarán amargas. Se recomienda guardarlas en un lugar fresco y oscuro.

5. Amapola
Además del clásico uso para decorar panes, es excelente para combinar con cítricos en budines o galletitas y para terminar con un toque distinto las pastas. Es un sedante natural que actúa sobre el sistema nervioso, ayuda a combatir el stress, el insomnio y los dolores de cabeza por lo que es ideal para consumir en infusiones. Por tener abundante calcio es muy útil para prevenir calambres y combatir la osteoporosis. Eso si, la amapola no perdona y para evitar momentos embarazosos, siempre que vayamos a consumirla es recomendable tener hilo dental o un cepillo de dientes a mano.

6. Calabaza
Gracias a los Omega 3 y 6 es buena para combatir la hipertensión y el colesterol alto; además de ser diurética. Estas semillas pueden consumirse solas o como agregado en ensaladas, rellenos de tarta y hasta en el puré de zapallo para darle un crocante sorpresa. Prepararlas no es ninguna ciencia; basta con limpiarlas, enjuagarlas y ponerlas a secar en un horno bien bajo por unas horas o al sol unos días. Y si no podés esperar, se consiguen crudas, tostadas e incluso saladas.

7. Hinojo
Como lo fueron las endivias hace unos años, el hinojo está en un período de reconocimiento gastronómico y sus semillas no se quedan atrás. Favorecen la digestión, son muy útiles contra los dolores estomacales, cólicos, son diuréticas y masticarlas crudas después de las comidas resulta útil para combatir el mal aliento. Lo ideal es consumirlas en infusiones por su agradable aroma anisado aunque se las puede utilizar en un curry, recetas con pollo y sopas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *