Mercedes Frassia es la fundadora de CasaSan, un espacio que brinda contención a niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad. Si bien comenzaron ofreciendo talleres artísticos y deportivos para chicos, a raíz de la pandemia, la organización decidió expandir su rango de acción y hoy cuenta con dos sedes en el barrio de La Boca en las que además de los talleres funcionan un comedor comunitario y un “punto digital” donde jóvenes y adultos pueden ir a realizar sus tareas escolares, hacer trámites online, adquirir herramientas informáticas básicas y tener momentos digitales recreativos.

Desde su creación en 2017, más de 500 chicos han participado de las diversas actividades que ofrecen desde CasaSan. Además, actualmente brindan merienda y cena a más de 700 personas por día.

Gracias al trabajo de Mercedes y los 45 voluntarios, lograron inaugurar en abril de este año el “punto digital” en la sede de Almirante Brown, donde brindan cursos de informática y acceso a internet gratuito para los niños, jóvenes y adultos del barrio que, en muchos casos, no tienen la posibilidad de acceder a una computadora o internet.

Luego de la muerte de su hijo Santiago tras una larga lucha contra su adicción a las drogas, Mercedes decidió transformar la casa en la que él vivía en un espacio para los chicos de su barrio. Empezó de a poco, con algunos talleres, hasta que logró convertirse en el lugar de pertenencia de muchas personas que hicieron de la casa de su hijo, su casa. Hoy, sueña con que la fundación CasaSan se expanda hacia otros barrios de la Ciudad de Buenos Aires, e incluso a otras provincias del país. “En ellos veía el legado de mi hijo, de estar haciendo algo por la gente que necesita ayuda, que necesita esa mano en el momento justo”.